“El marketing de guerrilla es un enfoque no tradicional y creativo, que busca llamar la atención utilizando técnicas inusuales y acciones inesperadas.”
Esta es una descripción que apunta a un pensamiento lateral. A ver el mundo desde muchas ópticas. O desenfocar todo.
Imagínate:
Año 2000 aproximadamente. En una Feria de automatización Industrial. Un stand grande con 6 comerciales más.
14 Zapatos apretados, 7 corbatas y 7 trajes.
Llega al stand un señor jubilado. A priori no parece un gran negocio.
<< Mario, este señor no te va a comprar nada >> Me digo.
Lo veo cargado de catálogos y veo mi oportunidad.
Me acerco con una bolsa de tela (Merchandising de la empresa) y se la ofrezco.
Yo, contento, veo como se aleja.
Él, contento con su súper bolsa.
5 segundos más tarde. El jefe de mi jefe, aparece a mi lado.
Bueno, el jefe de todos los jefes, el TOP ONE.
¡Qué susto hostias!. No lo vi venir.
Me dice muy serio:
<< Tío, a ver, estas bolsas son para los clientes ¿Tu sabes lo que cuesta cada una? . ¡Cuestan una pasta! >>
Marrón si te callas, marrón si dices. Yo siempre digo.
Muy serio y ofendido, le suelto:
<< Ese señor, ese que se va contento, es un nuevo embajador de nuestra marca. Lleva nuestro logotipo a cuestas y lo va a pasear por toda la feria. Suerte hemos tenido que no haya querido cobrarnos nada. Bueno si, no hay nada a coste cero ¿Cuánto me has dicho que vale cada bolsa? >>
Ese día, todos, absolutamente todos, hicimos marketing de guerrilla.
Ni un solo jubilado se quedó sin su bolsa.